Efecto de la conductividad en la medición de pH del agua para beber
El pH del agua para beber es una medición vital. Si el pH es ácido, el agua provocará corrosión en el sistema de distribución y en las tuberías de las casas. El pH del agua también influye en otras propiedades como el sabor, el olor, la claridad y la desinfección.
El pH del agua para beber es una medición vital. Si el pH es ácido, el agua provocará corrosión en el sistema de distribución y en las tuberías de las casas. El pH del agua también influye en otras propiedades como el sabor, el olor, la claridad y la desinfección. La mayor parte de las plantas purificadoras usan aguas superficiales (lagos, ríos y arroyos) o aguas subterráneas. El agua superficial es típicamente más baja en contenido mineral, por lo que tendrá menor valor de conductividad eléctrica/TDS.
El agua subterránea que se ha filtrado en las rocas calizas tendrá mayor contenido mineral que el agua de la superficie. También existen fuentes de agua subterránea con un bajo contenido de minerales. La medición del pH en agua con bajo contenido de sales resulta muy difícil. Si la concentración de sales es muy baja, también lo será el valor de conductividad. El valor bajo de conductividad del agua representa un reto, debido a que el medidor de pH es un sistema electroquímico que parte del hecho de que el agua tiene conductividad eléctrica suficiente.
El cliente de una planta purificadora de agua contactó a Hanna Instruments con un problema en la medición del pH. Notaban que la lectura tenía una desviación sostenida. Después de una calibración se determinó que la pendiente era adecuada y que el electrodo estaba en buenas condiciones. Cuando se preguntó al usuario cuál era el valor de conductividad, respondió que el valor era aproximadamente 35 µS/cm. Este valor tan bajo de conductividad, junto con el uso de un electrodo de unión simple de cerámica, representaban un verdadero problema. En lugar de este, se le recomendó el electrodo rellenable de doble referencia HI 1153B. Este electrodo además tiene triple unión de cerámica, lo cual representa un flujo más efectivo de electrolito de entre 40 y 50 µL/h. Este flujo proporciona una mayor continuidad entre el electrodo de referencia y el electrodo indicador, haciéndolo ideal para la medición en el agua con una baja concentración iónica. Para optimizar el flujo de electrolito, se recomendó al usuario que retirara el tapón de relleno del electrodo durante las mediciones. Esto facilita que haya la presión adecuada para que el electrolito fluya fácilmente desde el electrodo de referencia. Siguiendo estas indicaciones, el cliente obtuvo mediciones más rápidas y se eliminó el problema de la desviación sostenida que presentaban las lecturas de pH.